Brackets: Una Sonrisa Estética En Una Cara Bella
Los brackets son una especie de símbolo de la adolescencia ya que muchos padres de familia optan por someter a sus hijos a este tratamiento estético en la adolescencia para que sea más sencillo manipular la estructura ósea que apenas está terminando de formarse. La clínica de diseño de la sonrisa, sin embargo, no conoce edades y si bien es cierto que entre más edad puede llegar a ser más doloroso el tratamiento, siempre es útil.
Muchos hemos visto a amigos o familiares que se someten a este tratamiento de ortodoncia, generalmente por estética, pero pocos realmente sabemos como funcionan los brackets y por qué modifican tanto la apariencia de una persona. Hoy tocaremos un poco el tema del funcionamiento de estos pequeños fierros que se encargan de poner a nuestros dientes en su lugar.
Una sonrisa bella es, sin duda un elemento que ayuda a mejorar la estética facial de una persona, por eso, para muchos aunque duela, es algo de lo que no pueden prescindir.
Empecemos definiendo a los brackets. Son pequeños aparatos fijos que se usan para corregir los defectos en la forma, posición, relación y función de los dientes y maxilares (sí, también se pueden usar por cuestiones de mala mordida o maxilares muy o poco desarrollados), así al usarlos incluso nuestra digestión puede cambiar gracias a una mejor masticación.
Los brackets ayudan a desplazar de forma individual a todas las piezas dentales a la vez en cualquier dirección dependiendo de cómo lo necesite cada paciente: puede separar, juntar, bajar o subir las piezas para lograr un mejor embone y alineación de la mordida. Cualquier edad es buena para empezar el tratamiento de ortodoncia, algunos necesitarán de aparatos que preparen al paladar antes de la colocación de los brackets como tal, algunos pueden entrar de lleno al tratamiento.
Los brackets se componen de dos partes: la pasiva que es la que se fija al diente y recibe la fuerza para aplicarla al diente y la activa que es la que genera la fuerza y se ajusta tras cada visita con el dentista. En la parte fija podemos encontrar las barras, los arcos y los disyuntores mientras en la móvil se encuentran las bandas, tubos, elásticos, braces, etc.
Hay tres materiales diferentes para los brackets: los metálicos, que son los más frecuentes gracias a su precio y resistencia, los estéticos que son de cerámica, zafiro o policarbonato, estos son menos evidentes a la vista. Finalmente tenemos los camaleón, que son transparentes, estos permiten mejor manejo para el ortodoncista y reducen la duración del tratamiento.
Para cualquiera de los materiales y tipos de brackets que se utilicen, el secreto es la constancia. Si hacemos lo que nos indica el especialista y tal como el lo dice, tendremos una sonrisa estética en menos tiempo del que pensamos.
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