Jabones artesanales: pasatiempo y oportunidad de negocio
Aceptémoslo: si diste ‘click’ en este artículo es probable que pertenezcas al club de los que amamos los jabones aromáticos. Y es que pocas sensaciones se comparan con la de reconocer que un aroma expresa tu personalidad. Aunque este no es privilegio exclusivo de los jabones o fragancias artesanales, lo cierto es que cuando se trata de personalizar un aroma el mejor laboratorio es el propio taller o algún espacio adaptado para ello en el hogar.
Si has invitado a tus amigas a pasar un rato en casa o tienes hijos en edad escolar, sin duda esta es una propuesta que disfrutarán, pero las ventajas de fabricar tus propios artículos de belleza no terminan en el entretenimiento, pues también es una actividad que puede ser útil cuando quieras entregar un regalo original o hayas decidido encargarte de los recuerdos para un evento social.
En este último caso, las pequeñas bolsas de celofán, cajas o cestitas con jabones son, frente a otro tipo de detalles, una elección adecuada, puesto que al no ser comestibles no compiten con la barra de dulces, el pastel o los bocadillos del evento y se agradecen por tratarse de un obsequio útil, del que los invitados no tendrán que deshacerse con pena más adelante.
Por otro lado, con un poco de visión sumada a la receta de tu preferencia, este pasatiempo ofrece una oportunidad de negocio que, al igual que las primeras creaciones, puede llevar tu sello de identidad.
Si el plan te agrada, una vez que hayas perfeccionado tu versión favorita, es buena idea para diversificar tu oferta comenzar a trabajar a partir de distintas bases para jabón. Entre las más populares encontrarás bases orgánicas, compuestas en su mayoría por aceites naturales y aloe vera, caracterizada por ser suave, espumosa y por no contener parabenos.
Otra opción es la base de glicerina transparente que por ser a prueba de oxidación y oscurecimiento (causado por algunas esencias y colorantes) es una de las más amigables para crear. Además, por su alta concentración de glicerina es muy recomendable para hidratar la piel.
Pero si lo que buscas es una base que facilite el proceso, te conviene elegir una de glicerina cristal, también conocida como jabón “melt & pour”, que ha sido preelaborada para fundir, verter y recibir un toque distintivo. Por lo anterior resulta ideal para enseñar a otros tu técnica especial de elaboración de jabones.