Novedoso Tratamiento Promete Hidratar La Piel
Ciudad de México, México.- Uno de los propósitos de no pocas mujeres para el año que empieza es cuidar la belleza de su rostro. Hay que recordar que la importancia de la piel no se reduce a la de ser una capa externa encargada de cubrir nuestro cuerpo, sino que posee numerosas funciones importantes, como la de evitar la entrada de patógenos, protegernos del exterior, regular nuestra temperatura, mantenernos hidratados y favorecer la interacción y percepción de nuestro entorno.
Si deseamos dar el cuidado adecuado a la piel, debemos primero tomar en cuenta que existen tres capas que la conforman: la epidermis, la dermis y la hipodermis (siendo ésta última la más interna). En la epidermis se encuentran las células que al morir forman una capa rica en lípidos que impide el desarrollo bacteriano y, al mismo tiempo, mantienen la hidratación cutánea. En la dermis se localizan las fibras de colágeno y en ella recae la responsabilidad de brindar elasticidad y firmeza a la piel. Por último, en la hipodermis se hallan los adipocitos cuya función es sobre todo amortiguar los daños físicos y regular la temperatura.
Ahora convendría mencionar los cuatro tipos de piel que existen: normal, grasa, mixta y grasa. La piel grasa se distingue por ser visiblemente gruesa, brillante y porque los puntos de los folículos sebáceos son evidentes y se muestran dilatados. Por su parte, la piel seca se muestra agrietada, tirante y con evidente excamación. Por último, la piel mixta combina las características de la piel grasa con la piel seca.
Cada tipo de piel requiere de un cuidado especial y Aloha ha pensado en ello, por lo que ofrece un procedimiento distinto para cada una. La novedad de este tratamiento radica en que se lleva a cabo con velas, pero no con las tradicionales, sino con velas de baja fusión compuestas por diversos aceites (aceite de cacao, coco y soja). Estos aceites se desprenden luego de que la cera ha sido extendida sobre la piel con un masaje, y penetran en lo profundo de la piel para hidratarla. La cera se calienta a la misma temperatura que la piel y, al contrario de lo que podría esperarse, no se solidifica sobre ésta ya que no contiene parafina. Los aromas pueden ser a rosas, jazmín o fruta de la pasión, que suele recomendarse para los tratamientos en parejas.
Desde el inicio del tratamiento (que consta de un exfoliante hecho a base del polvo de semilla de albaricoque, bambú, polvo de semilla de la fruta de argán, hojas secas de rosa, polvo de arándonos y polvo de arroz) hasta la hidratación que le aporta la cera a la piel y con la conclusión del tratamiento (un masaje con Monoï de Tahití, un aceite de coco que se obtiene a partir de la maceración del aceite de copra y la flor de tiaré) no deja de ser del todo novedoso, al mismo tiempo que relajante y, por supuesto, hidratante.
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